#OVERTHINKING

DE EMOCIONES

Hay un cúmulo de emociones bloqueadas peleando por salir a la superficie. Manifestarse.
Exteriorizarse.
Dejarse ir.

Tristeza, rabia, ira, verguenza, resentimiento, culpabilidad y en el fondo, dominándolo todo, él. El miedo.

Llevan tanto tiempo ahí que ya me he acostumbrado a que sea su habitat natural. Algunas suelen salir a pasear con más frecuencia pero hay otras que llevan años apelotonadas al fondo de todo, sin que nadie les haga el menor caso. Cuando empiezan a picar a la puerta, se la cierro sin tan siquiera dejar que suelten una mísera palabra.

Hoy he decidio que no quiero seguir guardándolas. Estoy algo Marie Kondo últimamente. Sin embargo, no quiero arrancarlas de cuajo tampoco. Voy a observarlas de cerca, escucharlas y dejar que se queden el tiempo que necesiten. Pero, ¡sin pasarse eh! Vamos a permitir que se expresen como lo sienta y a ver qué tal nos va.

Dicen que nunca es tarde, ¿no? y que mejor tarde que nunca (viva la capacidad de meter un refrán popular para todo). Eso sí, como quién avisa no es traidor y como es mejor prevenir que curar… el primer billete de salida lo tienen la rabia y la ira. Mis dos grandes desconocidas.

Lo que suceda a partir de ahí, es otra hisoria que a saber quién va a conocer.

Buena suerte.