Dos años y medio más tarde, sanseacabó.
Y en dos años y medio dan para aparender en una oficina un mogollón de cosas útiles (y no tanto) sobre la vida. (Qué bonito y profundo suena, por Dios!)
Cerramos el capítulo para empezar uno de nuevo. En otra parte, en otras circunstancias y con un versión distinta de quien empezó.
Pero...¡cuántas cosas caben en dos años! ¡Y cuánto crecemos sin tan siquiera darnos cuenta!
En un abrir y cerrar de ojos, estaba deshaciendo el camino para no volver a recorrerlo jamás. Y supongo que, cuando cierras una etapa a consciencia, te fijas más en los detalles. Intentas retenerlos, rememorar lo que fue, lo que fuiste y cómo diantres has llegado hasta aquí.
En 708 días me he hecho mayor (obviamente no en altura, creo que eso ya no va a suceder nunca jamás), pero en estos también he aprendido muchas cosas:
- Los horarios de oficina de este país son un desastre para las personas matutinas como yo. Horario europeo ya, por favor.
- Un cajón puede ser una gran despensa y de ahí puedes sacar todos los menús de la semana
- El diseño de puentes, acueductos y festivos debería ser considerado trabajo.
- El metro agota física y emocionalmente. Pero te permite leer libro y medio por semana.
- La jornada intensiva en verano debería ser OBLIGATORIA. Especialmente si vives al lado del mar. Más aún si hace un calor de justicia en el exterior.
- En cada oficina debería haber un happiness team.
- El día más improductivo del año es el día después de la cena de empresa. No sé porque diantres se debe ir a fichar si todos sabemos que no haces absolutamente nada bueno.
- No es normal pasar frío los 365 días del año en la oficina. Revisar la existencia de pasos de corrientes de aire en invierno. Y, obviamente, aire acondicionado a una temperatura razonable en verano, por favor. (O la mitad de mi armario se queda sin usar).
- Calentar una taza de agua durante tres minutos y medio en el microondas es una buena forma de mitigar un poco el frío.
- La bufamanta es el mejor complemento del mundo ya que puede darte un poco de abrigo en esos días en que una ola de frío polar o, peor aún, de Siberia, amenaza la ciudad. (Sí, se puede comprobar que no me gusta el frío y que sufrí mucho)
- Las aceitunas se pueden añadir a cualquier plato. (Y al que no le gustan las aceitunas, no es de fiar)
- Sobretodo es una prenda de vestir.
- Existe la leyenda urbana que en catalán se usa bon dia hasta que es una hora razonable para decir bona nit. (Pongo en duda este punto).
- Los viernes no vas a salir a la hora porque habrá una reunión programada para las 13 que empezará a las 13:45.
- El lidl es el mejor supermercado del mundo y te obliga a comprarte 70.000 cacharros que un año más tarde aún no habrás usado.
- El café de cualquier bar es mil veces mejor que el de la oficina. Pero el truco está en hacerte VIP de un solo bar e ir día sí, día también. La fidelidad está muy valorada hoy en día y, al final te llevas trocitos de bizcocho y otra bollería gratis con el café (aunque no le guste a nadie de la oficina, las cosas gratis siempre son bienvenidas)
- Slack debería ser obligatorio en toda oficina y la comunicación mediante gifs es totalmente posible.
- Los gifs son lo mejor que existe en este mundo.
- De lunes a jueves los días van a ser soleados y con una temperatura ideal. Los viernes y el fin de semana va a llover. No falla nunca.
- Al volver de cualquier viaje debes traer algo de comer típico del lugar y en suficiente cantidad para que lo cate toda la oficina.
- Se deben celebrar cumpleaños, Navidades, verano, halloween y cualquier acontecimiento importante.
- Si tienes a un extranjero en el equipo vais a enseñarle las tradiciones más preciadas del país: simulacro de las 12 uvas a una semana de fin de año, una calçotada y demás aspectos importantes de la cultura.
- En Navidad es imprescindible ponerse algún accesorio adecuado para contagiar a los grinch de la oficina con un poco de espíritu navideño. (en todas partes hay especímenes así)
- El día que te hagan la foto para la empresa, que nunca va a ser el día que te prometieron que sería, va a ser precisamente el que peor cara tengas. Y aunque tengas un aspecto radiante, vas a salir tan mal como en la foto del DNI. No hay más.
708 días dan para mucho, ¿verdad?
Ya se sabe, de todas las experiencias podemos sacar algún aprendizaje.