Que levante la mano quién haya buscado síntomas en google alguna vez.
En mi caso, no tengo suficientes manos para levantar. Tienes delante a la mayor consultora de síntomas en google. Acerca de todo y para todo. Y según las conclusiones que he sacado, debería haber tenido ya un montón de enfermedades horribles.
A una hipocondríaca del quince no puedes dejarle a mano google. La combinación suele ser explosiva y termina en lamentos, lloros, preocupaciones innecesarias y, en mi caso, desmayos (#TrueStory).
El amigo hipocondríaco que todos tenemos (y merecemos)
Los hipocondríacos solemos tener a otro hipocondríaco de referencia con quien consultar y comentar cualquier duda médica que se precie. Y somos perfectamente conscientes que el resto del mundo nunca llegará a comprenderlo.
¿Que de repente sale una noticia diciendo que ha habido un caso de escarlatina o tosferina, enfermedades que teóricamente estaban erradicadas? Primero buscas en google cuáles son los síntomas, para tenerlos fichados, y su forma de transmisión. Vas a evitar a toda costa exponerte a cualquier fuente de contagio, que con la suerte que tienes seguro que te toca a ti por muy erradicada que esté. Después vas a llamar, enviar un mensaje u hoy en día un audio a tu amigo hipocondríaco de referencia para contárselo. Obviamente como buen hipocondríaco ya estará informado del tema y ya habrá seguido los mismos pasos que tú. Vais a dedicaros a hacer un cálculo de las probabilidades que tenéis de ser los próximos infectados.
Lo que te pasa por hipocondríaca
Los hipocondríacos solemos conocer síntomas de muchas más enfermedades que una persona de a pie. Y en este caso, la información no es poder. Es una putada y os lo voy a ejemplificar.
Pleno verano, 21 años, volviendo de San Juan de Dios, de mi época de voluntaria (creo que lo más surrealista es que volvía de un hospital). La señorita está a punto de coger el metro y cree que le empieza a doler la zona del pecho izquierdo. Ya en el metro le empieza a doler el estómago. ¿Quizás el brazo izquierdo también? ¡Qué raro! Voy a buscar en google cuáles son los síntomas de un ataque al corazón, no vaya a ser. Uy, esto pinta mal. Bajamos del metro para hacer transbordo y coger el tren. Creo que tengo sudores fríos (otro síntoma, por si no lo sabías). Esto va mal. Subo al tren y ante el inminente peligro, me empiezo a marear. Solo diré que terminé tumbada en el suelo en un tren abarrotado de gente mientras me ventaban y levantaban las piernas. No hubo ataque al corazón. Solamente un casi desmayo por hipocondríaca.
- ¿Qué deberíamos aprender de esta anécdota?
NUNCA JAMÁS BUSQUES SÍNTOMAS EN GOOGLE. - ¿Qué aprendí en realidad?
Los síntomas exactos de un ataque al corazón, que 24h antes pueden empezar estos síntomas y que mejor ir directamente a urgencias.
Obviamente sigo buscando síntomas en google.