#FRAGMENTOS #OVERTHINKING

DE SER O NO SER

Hoy se me escapan las palabras de los dedos y se mueren de ganas de hacer el esbozo que estoy escribiendo.

Me puedo definir de muchas formas distintas según el contexto en el que me encuentre. Si, a veces, ni tan siquiera sé cuál es la definición acertada y me pierdo entre todas las versiones que soy capaz de mostrar. ¿Cómo soy? ¿Cuál es la persona verdadera? ¿Cuál es la esencia?

Imagino que la mayoría de seres vivos no se hacen estas preguntas; lo saben y punto. En cambio yo le voy dando vueltas; intentando encontrarme una respuesta que me deje satisfecha. Durante un ratito por lo menos.

Generalmente es más fácil definir lo que no quieres, eres o sientes que lo que sí. ¿Cuestión de aceptación? Supongo que descartar siempre es más sencillo que decidir. Decidir implica confianza, fe y compromiso. Descartar no acarrea ese peso; o como mínimo, no lo sentimos así.

Sin embargo, llegados a este punto, me doy cuenta que incluso me cuesta descartar que es lo que no soy. ¿Y si a veces si lo soy? Supongo que, a veces actuo de X forma, pero eso no me define.

Creo que esta es una de las grandes lecciones que aprendí en su momento; no uses el verbo ser, usa el verbo estar. No acuses a alguien de ser de una forma concreta, si quieres acusar, acúsalo de actuar de una forma concreta.
Y la vida te irá mejor.

A veces, actúo de forma irresponsable. Egoista. Estúpida Histriónica. Como si todo me diera absolutamente igual. Insensata. Rígida. Narcicista. Río cuando no debo y lloro más de lo que quisiera. Demasiado racional. Brusca. Insensible. Intolerante. Irrespetuosa. Negativa.

Otras actúo de forma sensible. Amable. Detallista. Divertida. Empática. Abierta de mente. Atenta. Responsable. Tolerante. Alegre. Positiva. Estoy ahí cuando los demás me necesitan. Paciente. Escucho. No juzgo. Educada.

Y entre un extremo y el otro supongo que debo encontrarme yo. Pero por más que buceo dentro de mi, no logro hallarme por ninguna parte. Y, para qué debo encontrarme, ¿no? ¿Qué necesidad tengo?

Vale, ya he encontrado una respuesta aceptable de cómo no soy. Atento a la evidencia y al GRAN descubrimiento que he hecho (nótese la ironia).

No soy perfecta y, por mucho que aún me pese, jamás lo seré.